¡Que caprichosa eres inspiración!
No te importa el tiempo ni el lugar, solo te gusta aparecer
como una pelota entre mis dedos, ¿sabes la hora que es? No, no te importa y
sigues insuflándome tu energía que me llena de alegría al atreverme a escribir
este texto en forma de una prosa que desearía transforma en lírica si pudiese
¡Ese sería un gran truco!
¿De que quieres hablar? Te advierto que ya no me apetece
criticar, parece que el criticar aquí solo consigue que se me nuble el alma
pues todos somos perfectos en este país utópico que un rapero llamo el reino de
lo absurdo, el tiempo me ha enseñado a no criticar, solo defenderme y a vivir
mi vida con intensidad, yo soy el primero que se ha de alegrar, sino ¿Cómo
puedo alegrar a los demás?
Sigue susurrándome, te lo suplico, deja que siga la música
de las teclas del ordenador como el instrumento favorito de mi ser, deja que
fluyan por el enramado de ceros y unos que forman estas letras que vienen de mi
parte más oscura, esa que ni yo ni tu conocemos, ese inconciente del que Freud
hablaba y que es mi verdadero ser, quiero conocerlo y saber como soy realmente…
Aunque ¿Y si no me caigo bien? ¿Y si realmente soy un se que me aborrezco a mi
mismo por como soy realmente? ¿Y si el es el señor Hyde y yo el doctor Jekyll?
Solo queda esperar a que entre los dos descubramos esta senda…
Porras ya te fuiste otra vez